Sobre la Santidad por el Beato John Henry Newman
Es común enseñanza entre los santos, que si queremos ser perfectos, no debemos nada más que hacer bien los quehaceres ordinarios de nuestro día. Es un camino corto hacia la perfección; corto, no porque sea fácil, sino por ser pertinente y fácil de entender. No hay caminos cortos para alcanzar la perfección, pero si hay caminos seguros.
Creo que esta es una enseñanza, que puede ser de gran ayuda práctica para personas como nosotros. Es fácil tener ideas vagas sobre lo que es la perfección; ellas sirven para hablar de perfección lo suficiente cuando no queremos alcanzarla. Pero cuando una personal desea realmente la perfección y decide buscarla, se desanima con todo menos con lo que es tangible, claro y lo que constituye una cierta dirección al practicar la perfección.
Debemos estar pendiente de lo que significa la perfección. No significa hacer un servicio extraordinario, o algo fuera de lo común, o algún acto heroico – no todos tiene la oportunidad de hacer actos heroicos, o de grandes sufrimientos – lo que comúnmente significa la palabra perfección. Por perfección, decimos, que no tiene ninguna falla, que es completo, que es consistente, que suena a lo contrario de imperfecto. Así como sabemos lo que la imperfección significa, al hablar de actos religiosos, entonces sabemos, en contraste, lo que significa perfección.
Es perfecto aquel que hace su trabajo ordinario de manera perfecta; y no debemos ir mas allá de esta perfección. No debes salirte de lo que se hace durante el día.
Insisto en esto porque debemos simplificar nuestra perspectiva y fijar nuestra voluntad en lograr la perfección.
Si me preguntas que debo hacer para ser perfecto te diría lo siguiente:
No te quedes en cama, más haya de la hora de despertarse;
Dirige tus primeros pensamientos a Dios;
Haz una buena visita al Santísimo Sacramento;
Haz devotamente el Angelus;
Come y bebe para gloria de Dios;
Reza el Santo Rosario con devoción;
Recoge tus sentidos y mantén los malos pensamientos lejos de ti;
Haz oración mental o meditación;
Haz diariamente un examen de conciencia;
Ve a la cama a tiempo;
entonces, lograrás ser perfecto.– Beato John Henry Newman (Meditation and Devotions, p. 285)