Sobre el Cuerpo de Cristo por San Anselmo
Usted dirá, tal vez, ‘esto es pan ordinario’. Pero este pan no es más que pan antes de las palabras sacramentales, y luego se convierte en el Cuerpo de Cristo desde el momento de la consagración. Vamos a demostrarlo. ¿Cómo puede el pan convertirse en el Cuerpo de Cristo? ¿Con qué palabras se logra la consagración, y de quién son estas palabras? Son las palabras de Jesús. De hecho, todo lo que se dice antes de la consagración son palabras de el sacerdote: él alaba a Dios, él ora por el pueblo, por los reyes, por todos los hombres. Pero cuando viene a hacer presente este venerable sacramento, ya no usa sus palabras, sino que usa las de Cristo. Es la palabra de Cristo, entonces, la que produce este sacramento. Pero, ¿cuál palabra de Cristo? La misma palabra por la cual todas las cosas fueron hechas. Dios habló, y los cielos fueron hechos. Dios habló, y la tierra fue hecha. Dios habló, y el mar fue hecho. Dios habló, y todas las criaturas fueron hechas. ¿Acaso esto, no demuestra cuán poderosa es la Palabra de Cristo?
– San Anselmo