La vida sobrenatural del cristiano
En el ser humano existe una vida natural. Ésta se refiere a lo que hacemos o dejamos de hacer. Se refiere a que nosotros somos los protagonistas y los guionistas de nuestra propia vida. También se refiere a nuestras condiciones físicas, emocionales; a nuestros pensamientos e ideas que forjan nuestro existir.
Pero existe también la vida sobrenatural. Ésta se refiere a lo que Dios puede hacer por nosotros. En otras palabras, es la acción divina en nuestras vidas.
No debemos olvidar que la vida sobrenatural presupone nuestra vida natural. No hay vida sobrenatural si no hay vida natural. La misma palabra sobrenatural significa que hay algo más allá de lo natural, algo que extiende lo natural. Por ello, Dios quiere salvarnos con nuestra ayuda, y de la misma manera, para poder nosotros salvarnos, dependemos de Dios.
Si entendemos esto, se nos hará más fácil ver la acción de Dios en nuestras vidas. Por ejemplo: podemos, en algún momento de nuestras vidas, evitar cometer un pecado; muchas veces lo podemos lograr por nuestras propias fuerzas. Pero hay otras veces que el pecado está tan arraigado en nuestra vida, que por nuestra sola fuerza no lo podemos evitar. De ahí que necesitamos la ayuda de Dios y la fuerza del Espíritu Santo para poder erradicar de una vez ese pecado. ¡Cuántas sanaciones del alma se han dado en esta vida, gracias a la misericordia de Dios! ¡Cuántas veces hemos oído de la curación de un drogadicto o de un alcohólico!
Muchas veces vamos a necesitar de Dios para mejorar nuestra vida cristiana. Pero no podemos perder de perspectiva que cada uno de nosotros debemos poner de nuestra parte. No podemos ser almas de oración si no sacamos un rato para hacer oración. No podemos ser caritativos con los demás si no actuamos con misericordia. No podemos ser almas eucarísticas si no vamos a Misa o no visitamos a Jesús, en el sagrario.
Dios quiere que nosotros pongamos de nuestra parte. No podemos pretender que si creemos en Dios, ahora lo que nos toque es sentarnos a esperar. Debemos caminar con Él.